viernes, 29 de enero de 2016


 TECNICAS PARA QUE LOS NIÑOS APRENDAN A ESCRIBIR 

Para iniciar al niño en el aprendizaje de la escritura se requiere un ambiente silencioso y relajado. Los niños deben adoptar una buena postura corporal y una actitud de concentración. La música ayuda mucho: se pone música con ritmos muy marcados y rápidos para la realización de trazos cortos e intermitentes; y música más lenta y suave para los trazos largos y ondulantes. Por último, dejar que el niño realice trazos, garabatos o dibujos previamente en el aire, en arena o en harina, facilita la posterior ejecución de los trazos en una ficha.

 En el último curso de la Educación Infantil, es importante que el niño tenga adquiridas estas habilidades para facilitar el paso a Primaria en condiciones de adquirir los conocimientos establecidos en esta nueva etapa. Trucos para que el niño aprenda a escribir Juegos para que los niños aprendan a escribir Para conseguir que el niño identifique y escriba algunas letras y palabras debemos: diseñar un abecedario y situarlo a su alcance para que lo tenga a la vista crear un ambiente de alfabetización utilizar juegos de letras magnéticas, tarjetas de vocabulario, rompecabezas de letras mostrar la presencia de letras y palabras en su entorno cotidiano Con estas actvidades se pretende propiciar actividades en las que pueda explorar de forma autónoma el lenguaje escrito y promover prácticas de exploración y uso progresivo del abecedario aproximándolo al sentido social de la escritura. Para que el niño aprenda cómo funciona el lenguaje escrito hemos de: hablar sobre las características y la convencionalidad de la escritura leer libros y revistas con el niño, escribir líneas en su presencia y explicarle los distintos signos que acompañan a la escritura incentivarlo para que escriba su nombre en carteles, tarjetas de invitación de cumpleaños… generar situaciones reales de comunicación por escrito, como escribir una postal, un mensaje por e-mail… plantear propuestas para que cree un texto empleando estrategias de escritura adecuadas a la circunstancia comunicativa: escribir una receta de cocina, las instrucciones de un juego… Realizar estos juegos de escritura con el niño, propicia que el niño se acerque a la escritura en términos convencionales. Además, favorece su participación en textos escritos, destacando la organización y distribución del las palabras en el espacio del soporte que utilicemos.


Los padres esperamos con ilusión el momento en que nuestro hijo o hija aprenda a escribir. Pero, al contrario de lo que pueda parecer, la edad no es un factor determinante para el aprendizaje de la escritura en la etapa infantil; sí lo es, en cambio, el desarrollo del pensamiento y del lenguaje. Ana Roa, pedagoga y profesora de Educación Infantil, nos aclara algunas dudas importantes.

Enseñar a escribir a los niños

Cómo enseñar a escribir a los niños
¿Hay una edad oficial para aprender a escribir?

En este punto, hay opiniones variadas y contrapuestas entre diferentes escuelas y metodologías. Lo más recomendable es que, en la Educación Infantil (3, 4 y 5 años), se tenga un primer contacto con el lenguaje escrito sin exigir a los niños que, al finalizar este periodo, sepan leer y escribir con normalidad. En esta etapa, realizan trazos y se familiarizan con los diversos instrumentos (ceras, lápices, etc.), desarrollan su capacidad para dibujar y empiezan a conocer algunas letras y palabras (como su nombre). Todo ello de una forma lúdica, que despierta su interés por el lenguaje escrito. En esta etapa, y hasta los 6 años, podemos hablar de iniciación al proceso de la escritura.
¿Y los niños avanzan todos a la vez en el aprendizaje de la escritura?

En los colegios, aún sigue siendo frecuente llevar a todos los alumnos del grupo al mismo ritmo, sin tener en cuenta las diferencias individuales (tipo de inteligencia predominante, estilo de aprendizaje…). Actualmente, con la metodología constructivista, igual que sucede en la lectura, los niños usan la escritura para comunicarse, expresarse o entretenerse, inventándola según sus propias reglas y aproximándose, poco a poco, al sistema convencional mediante un proceso que avanza unido a sus etapas evolutivas. Pero, independientemente del método pedagógico que se utilice, prevalecerá el interés del niño, su predisposición. Además, hay que considerar que cada niño tiene su ritmo, aunque sabemos que todos lograrán el objetivo.
¿Cómo es el proceso de aprender a escribir?

El punto de partida es la grafomotricidad, que está integrada dentro de la motricidad fina (es decir, de la precisión de los movimientos, fundamentalmente, la coordinación ojo-mano). El desarrollo del «gesto fino» se lleva a cabo a través de ejercicios que requieren precisión, rapidez y control de movimientos en las manos y en los dedos. Estos ejercicios desarrollan una serie de habilidades necesarias para, posteriormente, realizar los primeros grafismos. La manifestación más temprana de la grafomotricidad es el garabateo, que se desarrolla de manera simultánea al dibujo espontáneo o al dibujo con modelos y que precede a la escritura propiamente dicha.
¿Y en qué consisten estos ejercicios de escritura?

Se empieza aprendiendo a manejar los materiales: es decir, el instrumento con el que realizar los trazos y el soporte sobre el que se realizan dichos trazos. El instrumento debe convertirse en una prolongación de la mano: el niño tiene que aprender a sostenerlo entre los dedos y a deslizarlo sobre un soporte. El instrumento no será ni duro (pues impediría el movimiento de la mano) ni excesivamente blando (ya que se difuminarían los trazos). Al principio, ponemos a disposición de los niños ti-zas, pintura de dedos, ceras blandas y lapiceros hexagonales muy gruesos para que aprendan a colocar los dedos lo más correctamente posible.
Después, pasaremos a utilizar ceras más finas y otro tipo de lápices. El soporte es la base en la que el niño se apoya para realizar los ejercicios. Al principio, debe ser grande (un papel de estraza extendido sobre el suelo o una pizarra colgada en la pared) para permitirle hacer movimientos amplios y firmes. Cuando el niño consigue aumentar el control del brazo, pasamos a utilizar soportes más pequeños (fichas específicas para este fin). En general, los ejercicios son cortos y atractivos, y responden a las preferencias del niño. Los primeros trazos son movimientos voluntarios de la mano y del brazo. Se empieza por los palotes simples y combinados y se sigue con círculos y espirales hasta llegar a los más complejos, los bucles, con el objetivo de abordar, a continuación, las primeras letras y números.
¿Qué consejos darías a los padres de niños que están aprendiendo a escribir?
La ejecución de los ejercicios requiere un ambiente silencioso y relajado. Los niños deben adoptar una buena postura corporal y una actitud de concentración. La música ayuda mucho: se pone música con ritmos muy marcados y rápidos para la realización de trazos cortos e intermitentes; y música más lenta y suave para los trazos largos y ondulantes. Por último, realizar los ejercicios previamente en el aire, en arena o en harina, facilita la posterior ejecución de los trazos en una ficha. En el último curso de la Educación Infantil, es importante que el niño tenga adquiridas estas habilidades para facilitar el paso a Primaria en condiciones de adquirir los conocimientos establecidos en esta nueva etapa.

Empezar es difícil
Si nos pusiéramos por un momento en la piel de cualquier niño que tenga que enfrentarse de repente a la escritura, probablemente nos entraría un vértigo tremendo. 
Aprender a escribir es una actividad muy compleja que requiere grandes dosis de madurez. Aparte de las dificultades motrices (control del trazo, coordinación del ojo con la mano, direccionalidad, etc.) existen otras trabas que hacen de este momento algo muy especial. Para la mayoría de los niños, comenzar a escribir es muy difícil. Les cuesta convertir los sonidos en letras, las palabras en frases y, sobre todo, sus pensamientos en signos escritos.
Hagámoslo divertido
Hacerse con el código de la escritura es muy complejo, lo que hace que muchos niños se sientan inseguros. Por eso, nosotros debemos ayudarles a superar sus miedos y para lograrlo es importante:
  • No forzar el aprendizaje de la escritura antes de tiempo. Desde el primer momento hay que inculcar al niño seguridad y confianza en sus posibilidades y progresos.
  • Cuando comienzan a soltarse a escribir no hay que corregirles constantemente, porque lo único que conseguimos es paralizarles y bloquearles. Si el niño comete fallos, es mejor comentárselos cuando haya terminado. Si nos pide que le ayudemos a escribir algo, se lo deletrearemos, pero solo cuando nos lo pida él.
Juegos para aprender
Para ayudarles en casa, podemos poner en marcha muchos juegos que les ayudarán a ver la escritura como algo accesible y divertido.
  • Para escribir es necesaria una gran precisión de movimientos y la capacidad de mover cada dedo de forma independiente. Podemos hacer un guiñol dibujándole una cara en cada dedo de la mano, pintar con pinturas de dedos y amasar barro o plastilina.
  • Para ejercitar los dedos y el control de la mano, podemos jugar a apretar y abrir los puños y los dedos para imitar el vuelo de la paloma, el zarpazo del tigre, etc.
  • La orientación espacial es básica para escribir. Juguemos a sortear obstáculos, pasando por debajo de mesas y sillas, subiéndonos al sofá, pisando recto una cinta puesta en el suelo... Para ejercitar el control del trazo podemos mover pies y manos al ritmo de un tambor: rápido, lento, con movimientos amplios, cortos, etc.
  • A escribir también se aprende escribiendo. Podemos hacerle dictados de sus cuentos favoritos o animarle a copiar la letra de sucanción preferida. Después comentamos juntos lo escrito, lo representamos y le pedimos que nos lo lea.
  • Debemos aprovechar cualquier oportunidad para que escriba cosas no relacionadas con el cole. Por ejemplo, nos puede ayudar a hacer la lista de la compra o dejarle una nota a papá. Pidámosle que apunte una palabra en vertical y que escriba otras a partir de las letras que la componen. Por ejemplo, SOL (Sal, Oreja, Lupa).
  • Con el teléfono, los móviles y el correo electrónico se está perdiendo el placer de escribir (y recibir) cartas. Animémosle a escribir a los abuelos, a su amigo de la playa o a su cantante favorito.
  • Algo muy importante: cada peque debe tener su propio estuche con todo lo necesario para escribir (pinturas, lápices, bolis, regla...), siempre disponible y a su alcance. Si de vez en cuando metemos una goma o un sacapuntas nuevos, aumentaremos su motivación.
Juegos para que los niños aprendan a escribir